Una tarde calurosa de invierno, la sonrisa cálida de la noche se muestra plácida, amenizando la velada con un ligero sabor limón. El aroma del amor se adormece y se aleja, dejando un toque a limón. Su presencia y su ausencia se vuelven la misma experiencia, el sonido del mar, necesita una roca y chocar... tu esencia.
Una tarde de enero sin ti... ni sonrisa, ni cálida, ni noche, ni mucho menos plácida
Una tarde de enero sin ti... ni sonrisa, ni cálida, ni noche, ni mucho menos plácida